Matriculada en la Universidad de la Vida, a asignatura por año

viernes, 20 de enero de 2017

no confundir INSISTENCIA con PESADEZ

Si insisto es porque creo que merece la pena, si no, ni me molesto. 


Así que, si ves que hago amago de hablarte o te hablo sin amago, es por algo,
no porque me aburra. 


Eso sí, puedo insistir una vez, dos veces e, incluso, tres, cuatro y hasta cinco. . .
pero también me canso.

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