Matriculada en la Universidad de la Vida, a asignatura por año

lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz Cumpleaños

Prometo encender en tu día especial . . . ¡una vela!
y soplarla por ti


Prometo no olvidarlo nunca...

Tenía tanto que darte . . . tantas cosas que contarte . . .
Tenía tanto amor . . . guardado para ti

sábado, 14 de diciembre de 2013

Contar hasta diez

Ya estamos en casa, ha sido un día bastante completo, lleno de risas y emociones.
Gonzalo ya está acostado, ha caído rendido. No ha parado en todo el día y el pobre estaba agotado.
Yo, sin embargo, a pesar de estar cansada, soy incapaz de conciliar el sueño, no puedo parar de darle vueltas a ese encuentro… y, para colmo, está también el deseo de mi hijo…. Pero debo intentar descansar…mañana me espera un largo día de trabajo.

Me tumbo en la cama, cojo el libro que tengo en la mesilla: ‘La vida es breve y el deseo infinito’, me pongo a leer para evadir la mente, poco a poco… me empiezan a pesar los párpados… hasta que, finalmente, caigo en las redes de Morfeo.

De repente, suena el teléfono, me levanto de un salto pensando que se trata de la alarma que indica que ya es la hora de despertarse, pero al mirar el reloj, me doy cuenta de que no ha pasado ni una hora desde que me dormí.


Se trata de un mensaje, ¿quién me mandará un mensaje a estas horas?, me digo en voz alta, seguro que es de publicidad. Abro el mensaje, no conozco el número… empiezo a leer:

“Querida Alicia, soy Gonzalo. Espero no despertarte, me ha gustado mucho encontrarme contigo en el centro comercial. Estás guapísima. Un beso muy fuerte" 

¿Así? ¿Sin más? y espera no haberme despertado....bla bla bla, ¡pues sí! me ha despertado... con lo que me había costado coger el sueño... y encima me viene con esas... pero .... ¡qué se cree! después de 5 años sin recibir ni un "Hola, qué tal", me viene con esas... ¡a las 3 de la mañana!  Mi impulso me hace empezar a escribir un mensaje para contestarle:

"Hola capullo, me has despertado, me tengo que levantar en dos horas. Creo que lo que tenías que decirme no era de vital importancia como para escribirme a estas horas...bueno, ni a estas ni a ninguna...llevo 5 años sin saber de ti, y haberte visto 10 minutos en el centro comercial no te da derecho a hacer como si no hubiera pasado el tiempo..."

Eeeeh Alicia, sosiega, ¡cálmate! Haz como si realmente no te importara.... contéstale tranquila, amigablemente... cuenta hasta diez o si no, espera a mañana...
 Decido borrar el mensaje antes de darle a enviar.... y empezar de nuevo:

"Hola Gonzalo, tranquilo, no me has despertado, estaba leyendo. No sabía que aún conservaras mi número, yo también me alegro de haberte visto y de que estés tan bien. Un beso"



Así, eso está mucho mejor... Alicia, has madurado... 
No han pasado ni dos minutos cuando vuelve a sonar otro mensaje, ¡caray, ni cuando éramos amigos contestaba tan rápido!

"Se me había olvidado que te encanta leer hasta altas horas de la madrugada. Nunca borré tú número, guardaba la esperanza de que no lo hubieras cambiado. La verdad, es que más de una vez estuve tentado a volverlo a usar para saber de ti. Te he echado mucho de menos en estos años. Me gustaría volver a verte y retomar esa amistad que un día tuvimos. Besos."

¿Hola? ¿me has echado de menos? ¿Retomar qué....? ¿eso que se acabó porque decidiste salir de mi vida?
No entiendo nada, sólo sé que en el fondo deseo volver a tenerle cerca.... 

"Sí, no he cambiado mucho la verdad, sigo con mis mismas manías de antaño. Yo también quise saber de ti, por eso te escribí más de una vez, pero no obtuve respuesta alguna...supongo que es porque cambiaste de número. (tonta, sabes de sobra que no te contestaba porque no quería) Así que desistí hace años. El caprichoso destino nos ha querido volver a juntar. Y quién lo iba a decir...yo mamá y ... ¡tú casado! jeje, el chico que no creía en esas cosas... muy buena tiene que ser para haberte convencido (emoticono: carita guiño)"

A veces me asombro de lo cínica que puedo llegar a ser... ¡Dichoso destino!, ¿por qué juegas así conmigo?
En más de una ocasión he soñado con ese reencuentro, con encontrarme con ÉL. ¡Ojalá hubiera sido como en mis sueños! así no estaría casado y se hubiera derretido al verme...esos encuentros siempre terminaban con un beso apasionado y no con un "te presento a mi mujer"... ¡Aliciaaaaa! tienes 30 años, ¡cómo puedes seguir creyendo en esas cosas!


[Beep-Beep-Beep] Mensaje nuevo:
"Oh, siento no haberte avisado de mi cambio de número, se me pasó. (emoticono: carita triste). Me hubiera encantado recibir esos mensajes. Sí, el caprichoso y sabio destino vuelve a unir algo que jamás se tuvo que romper. Ya ves, me han pillado pero bien pillado, Sofía es una mujer maravillosa, aunque me he hecho mucho de rogar, jajaja. Y tú ¡mamá!, ¡qué alegría!, siempre te gustaron los críos, lástima que no saliera bien con el papá. Me ha encantado conocer a tu hijo, es tan guapo y simpático como tú."

¿Se té pasó? ¡Já!  Veo que el cinismo no es solo cosa mía... Algo que "jamás se tuvo que romper".... y.... ¿por qué se rompió, eeeh Gonzalo? Ah, sí... por un cambio de número de teléfono, ¿no? ahora todo me cuadra mucho más... no volví a saber de él porque se cambió de número y se le pasó....(ironía) 
Lástima que te hayan pillado... Sofía, si es que.. ¡hasta tiene nombre de reina!, ¡cómo no le iba a pillar!, misma clase social, mismo estilo, ambos guapos, elegantes, hacen la pareja perfecta... me da rabia pero a la vez me alegro de que haya encontrado a alguien que le haga feliz y que sea tan afín a él.
Lo de "lástima que no saliera bien con el papá" ha sido un golpe bajo, él no sabe nada de esa historia como para permitirse el lujo de soltar brillante perla... cuento hasta 10 para contestar, bueno...mejor hasta 50...

"Sí, se te pasaría... No dudo que Sofía sea maravillosa, salta a la vista, pertenecéis al mismo mundo, hacéis una bella pareja. Gonzalo es lo mejor que me ha pasado en la vida, aunque al principio trastocara un poquito mis planes de vida, hacerte cargo de un niño sola...pero bueno, es una larga historia. Con el papá no salió bien ni mal porque no sabe de la existencia de Gonzalo, eso forma parte de esa larga historia. Lo que únicamente cuenta es que decidí tenerle sola y no me arrepiento de ello. La verdad es que, físicamente, más que a mí, se parece a su padre. Pero la simpatía y el carácter reconozco que es clavadito a mi"

Era alucinante lo rápido que contestaba a los mensajes, me pregunto si los estará escribiendo en el lecho matrimonial, mientras Sofía duerme al lado. No había asimilado el mensaje que le acaba de enviar cuando ya tenía la respuesta: 

"¿Al mismo mundo? Al mismo mundo de pijos, ¿no? jajajaja, venga... llámamelo, que hace mucho que no me lo dices. Espero que puedas contarme esa larga historia un día mientras tomamos un café. Así que pon fecha y yo invito. Entonces... el pequeño Gonzalo tiene tú carácter...¡qué peligro! (emoticono: carita lengua fuera), si en eso ha salido a ti, será todo bondad."


Un momento, ¿me acaba de pedir una cita? ¡tan sutil cómo siempre!. ¿Por qué tengo la sensación de que no ha pasado el tiempo entre nosotros?... Seguimos teniendo esa complicidad y entendiéndonos con pocas palabras...

"No quería decirlo, pero ya que lo has dicho tú...siiií, a ese mundo de pijos (emoticono: carita lengua fuera). ¿Mientras tomamos un café? Con esa historia, acabamos con todo el café del mundo y con un ataque de nervios, jajaja, ya te digo que es larga, muuuy larga.... ¿Qué insinúas con lo de peligro? jajaja, en lo de bondad, aunque noto un poco de sarcasmo, tienes toda la razón."

Como si fuera cosa de magia, mi cansancio había desaparecido, ya no tenía sueño, era como si con esos mensajes hubiera recuperado horas de vida.... recuerdo las noches en vela que nos pasábamos Gonzalo y yo hablando por el ordenador y por el teléfono cuando eramos amigos. Siempre se nos iba de las manos, pasaba el tiempo tan rápido que, cuando nos queríamos dar cuenta, ya era de día. Y él se tenía que ir a trabajar y yo a la universidad, sin haber pegado ojo, pero era tal la felicidad que derrochábamos que en vez de tener cara de cansados, parecía... como si hubiéramos dormido las ocho horas correspondientes. Esta noche volvía a estar llena de magia...yo no tenía sueño y él parecía que tampoco:

"Pues sí, veo que no has cambiado nada, sigues igual que siempre, me encanta tu sentido del humor y tus salidas para todo. No pasa nada, tengo todo el tiempo del mundo para estar contigo, quiero recuperar estos 5 años, así que si hay que cambiar tomar un café por comer, café, copa y puro, ¡se cambia!. Pero veo que te has escaqueado de poner fecha, en eso tampoco has cambiado, ¿eh? Qué me dices... mañana, ¿te viene bien? para comer o para cenar, lo que tu prefieras."

Noto un cosquilleo en el estómago al leer: "Tengo todo el tiempo del mundo para estar contigo", es esa maldita sensación que me entró cuando le volví a ver en el centro comercial esta tarde. ¿Qué más quisiera yo que eso fuera verdad....y que tuvieras todo el tiempo para estar conmigo y con tu... mi hijo. Si por mí fuera quedaríamos hasta mañana para desayunar... pero debo mantener el tipo y la cabeza fría y no olvidar contar hasta diez.

Seguimos mensajeándonos toda la noche, intentamos ponernos al día sobre nuestros trabajos, aventuras, nuevas aficiones, etc... La conversación se alargó tanto que saltó el despertador con el último mensaje:


"¡Buenos días! Se nos ha ido la noche, casi sin darnos cuenta, me recuerda a nuestras conversaciones interminables. Parece que fue ayer cuando te ibas de empalmada a la universidad y yo a trabajar, lo echaba tanto de menos... ¿lo recuerdas? Bueno, yo, para no perder las viejas costumbres, me voy ya a trabajar. ¡Qué pases un buen día, y espero que no te acuerdes mucho de mi cuando se te caiga la cabeza sobre el teclado del ordenador mientras trabajas! Nos vemos a las tres en el bar de siempre. Un abrazo"

Sí, habíamos quedado para comer... y mi día empezaba corriendo... escoge la ropa mientras te bebes el café, dúchate, vístete, despierta a Gonzalo, hazle el desayuno mientras se viste, haz las camas, recoge la cocina, recoge el baño, lleva a Gonzalo a casa de la abuela y vete a trabajar...chupándote el atasco más grande del mundo, pero no pasa nada porque hoy estoy feliz y animada.


jueves, 12 de diciembre de 2013

Nunca es tarde

Era un frío día de Navidad, estábamos en casa frente a la chimenea, acabábamos de terminar de comer cuando, de pronto, me vino a la cabeza el anuncio que había visto por la mañana en el periódico.

"UNA NAVIDAD PARA PEQUEÑOS Y GRANDES.
Acércate al Centro Comercial Gran Plaza en estas Navidades y no las olvidarás jamás."
Adjuntaba una gran lista con actividades para hacer con los más pequeños de la casa. Hoy era el día perfecto, Gonzalo estaba de vacaciones y yo tenía el día libre.
- Cariño, sube y vístete que nos vamos.
- ¿Dónde vamos mami?
- A un lugar que te va a gustar, corre, ¡vístete!.
 Volado subió escalera arriba hacia su habitación, si había algo que le gustaba a Gonzalo, eran las sorpresas.
- Abrígate bien.


No tardó ni quince minutos en prepararse.
- ¡Ya estoy listo mami!
Bajó por la escalera con su cazadora, guantes y gorro puestos. Preparado para la acción.
Cogí las llaves de casa y del coche y bajamos al garaje. Una vez montados y con la calefacción puestas nos dirigimos al centro comercial.
A medida que nos íbamos acercando, no podía evitar de dejar de mirar por el retrovisor la cara de felicidad de mi pequeño.
Nos costó un poco aparcar, se conoce que mucha gente había tenido la misma brillante idea...pero bueno...es Navidad y ya se sabe cómo se pone todo.
Aparcamos y nos dirigimos al interior del centro, estaba repleto de adornos: para mi gusto estaba bastante recargado, pero para mi hijo era "¡alucinante!"

Gonzalo y yo decidimos participar en las múltiples actividades navideñas que el centro ponía a disposición de sus clientes.
Lo primero que le llamó la atención era la enorme pista de hielo que había ubicada en el centro del hipermercado.
Cientos de niños y niñas felices no paraban de patinar de un lado para otro. Gonzalo me agarró del brazo y me llevo hacia allí.
- Mamá mamá, yo también quiero.
- Cariño..pero si tú no sabes
- Por favooor, me suplicó
- Vale, está bien.
No sirvió de nada intentar convencerle, Gonzalo insistió y yo no pude decir que no.



Accedimos a la pista, los dos equipados hasta arriba, como una mamá valiente (en mi vida me había puesto unos patines) cogí a mi hijo de la mano y le ayudé a entrar....nos empezamos a deslizar por la pista...como si fueramos expertos del patinaje. Reconozco que más de una culetada nos dimos, no podíamos parar de reír.
Para mí, ver sonreír a mi pequeño era lo mejor en la vida.
- Mamá, ¡más rápido!, gritaba Gonzalo.
- Ten cuidado, ¡no hagas esas piruetas!
Estuvimos más de una hora de aquí para allá, como si una burbuja llena de magia nos envolviera a los dos y no tuviéramos a nadie alrededor.
- Por favor, abandonen la pista, se oía por la megafonía.
El tiempo había acabado, ¿ya había pasado la hora?, dicen que cuando estás a gusto el tiempo se pasa volando, eso nos había pasado.
- Gonzalo, voy saliendo a devolver el equipo, ponte los zapatos, te espero fuera.
Salí de la pista y me dirigí a la taquilla, a los dos minutos salió.
- ¡Gonzalo, Gonzalo!
De repente, un hombre se giró:
- ¿Alicia?
- ¿Gonzalo?
No me lo podía creer, era él. Con un poco de sorpresa, me decidí a saludarle:
- Eh... hola, ¿qué tal?
- Hola Alicia, (se aproximo a mí y me dio dos besos) ¡Cuánto tiempo!
- Mami ya estoy aquí. Llego el ñiño y se puso a mi lado.
- ¿Mami?... ¿es tu hijo?...¡qué guapo!
   Hola pequeño.
- Hola, ¿tú quién eres?. Por si no os lo había dicho, mi hijo es de todo menos tímido.
- Me llamo Gonzalo, era amigo de tu mamá.
- Mami mami, se llama como yo. Me dice ilusionado mientras tira de mi vestido.
- Sí, cariño, sí, se llama como tú. Le acaricié y cogí de la mano.
  Se llama Gonzalo como su padre.


- ¿Cómo su padre...?¡Qué coincidencia! Entonces...te casaste y formaste una familia, me alegro mucho.
- Bueno, eso no es del todo así, no estoy casada, soy madre soltera. Y..¿tú?
- Ah...pensé...bueno... Yo sí me casé, hace unos meses. Espera... (Se giró y llamó a una mujer esbelta y muy guapa). Sofía, acércate un momento.
Sofía se acercó, era pijilla como él, hacían muy buena pareja.
- Cielo, esta es Alicia, una vieja amiga.
- Hola
- Hola, encantada. (Nos dimos dos besos cordiales).
- Bueno, nos tenemos que ir, que le he prometido (miro a mi hijo) que le iba a llevar a montar en el tren de los deseos y se nos hace tarde.
- Alicia, me alegro mucho de verte y que estés tan bien. Encantado de haber conocido a este hombrecito (miró a Gonzalo y le sonrió mientras le despeinaba el pelo con una cómplice caricia).
- Igualmente, felices fiestas.
Me retiré reconcomiéndome. Se me había vuelto a remover algo por dentro, como hacía cinco años atrás. Avancé hacia el tren de los deseos de la mano de mi retoño, sin querer volver la vista atrás, pero no pude evitarlo y giré la cara... Allá, a lo lejos, caminaba de la mano de otra, el que fue el amor de mi vida....


Llegamos al tren, cuando nos íbamos a montar, el elfo que nos llevaba al vagón nos hizo pedir un deseo.
No, Alicia, no seas tonta, no vuelvas a pedir ese deseo, de sobra sabes que nunca se cumplirá...y mucho menos ahora...(me dije a mí misma). De repente, Gonzalo pidió el suyo en voz alta:
- ¡Quiero conocer a mi papá!
- Pssshhh, los deseos tienen que ser secretos para que se cumplan, le dijo el elfo mientras le alzaba para sentarle.
Mi cara se quedó pálida, no me esperaba que mi niño deseara eso, es más .... nunca antes me lo había dicho. Puse una sonrisa incómoda y me subí al tren al lado de él.
El elfo se acercó a mí y me susurró al oído: - Nunca es tarde (y me sonrío).
El tren empezó su recorrido, Gonzalo no paraba de reír y señalar a todos los lados con cara de sorpresa.
- Mira mamá....mira....¡hala!
Le abracé fuerte y me prometí a mí misma, que haría todo lo posible por cumplir el deseo de mi hijo....

Bienvenidos a mi mundo... ¡a mi rincón!

Hola a todos.

Soy la Señorita Voilà, Alexandra Voilà.

Muchos me seguís por Twitter (@aagics)...allí podéis apreciar lo cansina puedo llegar a ser cuando me pongo a filosofear, por esa sencilla razón he decidido .... ¡filosofear a lo grande! y qué mejor medio que un blog, ¿no creéis?.
Quiero compartir con vosotros un poquito de mi mundo, por lo que no me voy a centrar en ninguna temática en concreto, voy a contar lo que me apetece, cuando me apetece.

No me quiero entretener más, este primer post ha sido sólo para daros la bienvenida a mi mundo, a mi rincón...a 'El Rincón de Voilà'.

Espero poco a poco ir conquistando vuestros corazones. ¡Nos vemos pronto!

Srta. Voilà